lunes, 18 de octubre de 2010

Verídico

Un día cualquiera en una farmacia de Sangüesa.
Entra un señor de raza gitana (dato importante a tener en cuenta) en una farmacia y le pide a la dependienta unas pastillas "QUIRVEN".
-Pues no me suenan, pero ya lo busco.
La dependienta comienza a buscar en la base de datos del ordenador las pastillas. Primero con "Q",nada. Luego con "K", tampoco. Ni con la "B" ni con la "V".
-Oiga, no encuentro lo que me pide.
- Si mujer sí, esas pastillas que las echas en agua y salen como burbujas y que sirven "pa tó".
...
(un analgésico efervescente,claro. ¿qué si no?)

Historia verídica. Mis disculpas a los afectados por la posible falta de rigor. Ya saben ustedes lo que pasa con las historias cuando pasan de boca en boca.

domingo, 17 de octubre de 2010

Ave Caesar, morituri salutant te

Todas las despedidas son tristes, y ésta, va a ser una de ellas.

He navegado en este barco durante casi tres años, en los cuales los lectores que nos seguís ya sabéis de qué va este blog: de todo. En él he puesto lo que me parecía más interesante o merecía mi opinión, y agradezco todos los comentarios recibidos. Ha habido cocina, Internet, ciencia, humor, reflexiones, cuadrilla… todo tipo de aspectos que he pensado podían ser contados.

Pero en la soledad del puente de mando, ante la inmensidad del mar, se tiene mucho tiempo para pensar. En cosas buenas y en otras no tanto. Y es cuando el viaje se convierte en personal, cuando la opinión de un tripulante no puede corromper el espíritu con que fue botado el barco y por fin se llega a la conclusión de que hay que coger la barcaza de estribor, algo de carne seca y agua para varios días, y salir solo a luchar contra hombres y elementos o morir en el intento.

Así que ahora me apetece emprender rumbo en solitario, tener mi propia nave a la que encarar el mascarón de proa hacia septentrión, y como único equipaje una maleta vacía, para poder llenarla en mis viajes y traer aventuras para contar lo que hay más allá de la línea del horizonte.

Buen mar y buen viento, por mil millones de rayos!!!

jueves, 14 de octubre de 2010

Díaz Ferrán

El señor Díaz Ferrán, asaz presidente de la CEOE, se ha despachado diciendo que tiene la solución a la crisis.
Oh!, gurú entre gurús. Oh!, comendador de los creyentes. Oh!, gran Guía Espiritual.
Con razón eres tú el Gran Jefe entre los Jefes, el que da la cara, al que no tiembla el pulso cuando de salvar empresas se trata, creando riqueza y contribuyendo al bienestar....

Nuestro premio Nobel Don Santiago Ramón y Cajal dejó escrito, entre otras muchas cosas de provecho, la necesidad del investigador de conocer una lengua extranjera distinta a la propia, para así poder estudiar más en profundidad cualquier campo de la ciencia.
Yo, a pesar de que no hablo la lengua de Robespierre, sí que he encontrado una tablita la mar de interesante (ya la utilicé en otro post de temática parecida).
En dicha tablita se ve claramente cómo en España se trabaja más horas que en muchos países, mientras el PIB por habitante es de los más bajos.
Estos datos no son conjeturas de cómo salvar una crisis, son eso, datos. Que a veces se empeñan en destrozar castillos de arena, por mucho que estén hechos de la misma arena dura y refractaria que la cara de Díaz Ferrán.
¿Y dónde está el problema? ¿Cómo es posible que a pesar de trabajar los que más, produzcamos los que menos?
A lo mejor es que no sólo nos dedicamos a producir para la economía, a lo mejor es que las empresas pagan leasing de coches de lujo, a lo mejor es que las facturas de los móviles de la familia del empresario también los paga la empresa, y la gasolina y el gasoil del empresario para viajes particulares, a lo mejor es que las contabilidades no se hacen del todo bien, a lo mejor es que las empresas pagan alquiler en una nave de su propiedad, pero a otro nombre.... a lo mejor es que se han pensado que somos gilipollas.
Pues no me sale de los cojones callarme.
Porque a lo mejor es que sí, que me tengo que comer un sapo de un kilo de gordo, pero mirando a los ojos al que me hace comérmelo.
Porque ya me he cansado de oír hablar de crisis, mientras veo un día sí y otro también cómo nos toman el pelo, trabajando con tecnologías obsoletas que sonrojarían a un bosquimano, mientras se dice que los sueldos son muy altos.
Y sobre todo porque Internet es libre y aún nos queda este medio para poder decir ideas, por mucho que se aborrezcan (¿Voltaire?).