Hoy, por motivos que no vienen al caso, he acudido al centro de salud de la zona donde vivo. El caso es que me ha llamado la atención el encontrarme casi a la entrada con un fonendoscopio colgando de un mural, en el que con grandes letras y no menos grande ironía se decía: "Si no confías en tu médico, sírvete tú mismo"... No me ha parecido correcto hacerle una foto aunque sólo sea por respeto. Y con una media sonrisa he recordado el éxito arrollador de las pulseritas Pogüerbalans, esas del holograma tratado nosecómo. Y de Miguel Servet, que murió en la hoguera por tener la desfachatez de descubrir la circulación pulmonar de la sangre.
Hace falta cuajo para ponerse una pulsera de estas y luego, ir al médico exigiendo resultados: recetas, algo que entendamos, algo que nos cuadre bien, que nos atiendan los primeros.... Y observando que en todo el mundo se han vendido la nada despreciable cantidad de 300.000 pulseras de éstas, pues es como para que un médico tras seis años de carrera más alguno de MIR por lo menos se mosquee.
Yo me mosquearía.
PD. En mi pueblo, cuando menos gente hay en la consulta del médico es en otoño, especialmente si ese otoño han brotado muchos hongos en el monte. Cosas del pogüerbalans patrio.
jueves, 29 de abril de 2010
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