domingo, 14 de marzo de 2010

Alubias con sacramentos (y III)

Hola amigos del tocinillo entreverado.
Como ya deberíais saber, ayer fueron degustadas las ya míticas alubias con de todo del chef Kampfwagen. Y me permito la licencia de agregaos unas fotos donde se demuestra la secuencia gastronómica a la que fuimos sometidos.

Lo primero fue meter todo en una perola al efecto:



Y ponerla a calentar, para que espese el caldo... pero ojo, nada de remover con herramientas, hay que mover toda la cazuela para que la alubia no se rompa



Y tras una hora de paciente espera, se sacó al centro de la mesa, donde los lobos aullaban de hambre...



Y esta ha sido la primera andanada que le he metido al estómago:



Que como podéis apreciar, era artillería pesada con obuses del once largo.

El asunto iba bajando...



Y el cuerpo de granaderos descargó otra andanada...



Que dejó el campo de batalla limpio



Tras la destrucción, se trajeron grandes cantidades de cemento de Olazagutía...



Que hubo de ser mezclado con lechada



Y por fin, la brigada de limpieza de cañerías, por cortesía de Orujos de Galicia



En suma, un gran día entre amigos y amigas.

Espero que os haya gustado la serie de "alubias con sacramentos" y hasta próximas ediciones.

viernes, 12 de marzo de 2010

Alubias con sacramentos (y II)

Bien amigos, pues la fechoría ya está hecha. Tras tener las ollas bien tapaditas y cociendo al mínimo durante tres cuartos de hora....



....y al destapar he añadido la morcilla en pequeños trocitos y la cosa ha quedado como veis:



La he probado y para mi gusto están excelentes, mañana mejorarán pues se quedarán algo más espesitas.

Alubiada con sacramentos I

Hola amigos de la fauna ibérica (por cierto, reponen los capítulos de Félix en la 2, todos los días por la tarde).
Como bien indica el título del post, hoy sus voy a deleitar con cocina en falso directo, o sea, que voy a cocinar unas alubias con sus correspondientes aditamentos, le voy a sacar fotos a la cosa, y voy a mandar algún post para que vayáis viendo.
Acabo de ponerme al asunto; no he sido hábil pues no tengo fotos de las alubias a remojo, que fueron puestas-tras ser lavadas como dios manda- con 24 horas de antelación.
Bien, aquí tenéis todo listo para montar la orgía lipídica:



Como podéis ver, el grasuz tiene carga propia en el asunto. La cebolla, la zanahoria y el pimiento rojo también cobran protagonismo.

Bien, lo primero que hay que hacer es limpiar todo y ponerlo bonito para que salga en la foto:



Y ahora, tras ser troceado, se pone todo en las ollas y se le añade agua fría hasta cubrir la legumbre.



Como buenos observadores, habréis visto que la morcilla no ha sido incluida en la cocción, y es porque de hacerlo se rompería y no quedaría bien. Cuando las alubias se hayan cocido, se añadirá en ruedas lo justo para que engorde el caldo resultante.

Bien, pues con todo ya en salsa, me he dispuesto a tapar las cacerolas, ponerlas a cocer y ahora mismo (15:11 horas) acaba de saltar la válvula:



Ahora, a esperar la nada despreciable cantidad de 45 minutos al mínimo, y espero abrir las ollas con todo ya perfectamente cocinado.

Dentro de un rato lanzaré la segunda parte del post!!

jueves, 4 de marzo de 2010

Códigos QR en marquesinas de Pamplona

Que levante la mano el que sepa qué es un Código QR. ¡Uy, qué pocos!
¿Y un código de barras? Ah, bueno, eso sí.
Bueno, pues un código QR no es más que una versión bidimensional del unidimensional código de barras de toda la vida. Su tamaño puede ser de tan solo 2x2 cm.
Y las dos dimensiones permiten que quepa mucha más información. ¿Cuánta? Pues en texto, hasta 4296 caracteres. Ya da para contar algo, ¿no?
¿Y cómo se lee?
Pues con un lector de códigos bidimensionales, que dada la proliferación de móviles con cámara que existe en este momento consiste básicamente en un programita que interpreta al instante la imagen de la cámara del móvil y muestra su contenido.
Yo uso el de i-nigma que os podéis descargar y usar gratuitamente visitando desde vuestro móvil http://www.i-nigma.mobi/
Este tipo de códigos se ha hecho especialmente popular en Japón, y ya hay empresas que los crean con aspectos artísticos o motivos llamativos embebidos en el código.

¿Qué se os ocurre poner en un código QR? Lo que queráis.
Por ejemplo, la dirección de una página web.
O la dirección del concesionario de coches de una determinada marca.
O datos de contacto.
O...

Si por ejemplo ponemos un cógido QR en una escultura, nos podría dar información del autor, fecha, materiales y demás detalles de interés.
Si lo ponemos en el escaparate de una tienda o restaurante nos puede llevar a su página web o a la de una guía en la que se recomienda el establecimiento.
Si lo ponemos en una tarjeta de visita con todos nuestros datos, el receptor la puede incorporar a sus contactos mucho más fácilmente y sin errores.
Si lo imprimimos en una camiseta puede tener nuestro número de móvil o página de Facebook y una frase ingeniosa para llamar la atención de esa chica que te mira desde el otro lado de la barra del bar.
Si lo ponemos en un periódico junto con nuestro anuncio con un enlace que apunte a nuestro servidor, podemos hacer un seguimiento directo del impacto de nuestra campaña.
Si lo ponemos en la marquesina de una parada de autobús nos pude decir dónde estamos, la línea de autobús que pasa por ahí y sus horarios. Yendo un poco más allá, podría tener un enlace que nos llevase a una página que nos indicase la hora estimada de paso del siguiente autobús.

Bueno, pues en Pamplona, ciudad moderna donde las haya (ejem), he visto uno de estos códigos precisamente en una marquesina.
Así que he cogido mi lector de códigos QR, bidi y otros tipos varios que pugnan por convertirse en el estándar de facto, y me ha dicho:
c/ Juan de Tarazona, 299
11 Ezkaba - Edificio El Sario
(Extension Parque Comercial Galaria)
No está mal para empezar, creo yo. Pero espero que no se quede ahí el tema y que dentro de un tiempo los actualicen con enlaces para saber el tiempo de espera hasta el próximo autobús.

Yo os dejo aquí un código de ejemplo, para que podáis llevar siempre a mano un acceso directo a esta entrada.

Y para terminar, una última idea. Olvidaos de los sosos tatuajes tribales, el Amor de Madre, o el nombre de esa que quizás un día deje de despertarse a tu lado. Estamos en el siglo XXI, y lo suyo es llevar algo más acorde con los tiempos que corren: