sábado, 29 de noviembre de 2008

Tiene cojones el catálogo


Acabo de recibirlo en el buzón: el nuevo catálogo de Howards Storage World (una variedad de cacharros que sirven para organizarse las cosas en casa). Si lo teneis, abrir en la página 93. Por si no se lee en la foto os transcribo el texto: "Añada cojones y pantalones a su sistema colgante para mantener sus artículos fuera del suelo."
Mi sistema colgante se mantiene perfectamente alejado del suelo, por lo que no necesito añadirle pantalones y mucho menos cojones (que ya lleva de serie).
He contado dentro del catálogo unas 45 repeticiones de la palabra "cajones", "cajonero" y otras tantas de "caja", "cajita" y variantes. Y es que tanto va el cántaro a la fuente....



miércoles, 26 de noviembre de 2008

Las ventajas de hacerlo por la mañana

Leo en Meneame.net, y se lo digo inocentemente a SandyMoon:
Un estudio científico dice que hacer el amor 3 veces por semana, y por la
mañana, fortalece las defensas, levanta el ánimo y mejora el funcionamiento
del cuerpo.
Y ella me dice:
"Como tomar zumo de naranja"

domingo, 23 de noviembre de 2008

Carta desde casa: comida típica navarra.

Como todo el mundo sabe, la comida es parte de la cultura de un país o región. Ya nos lo ha explicado OceanO en sus viajes por tierras bávaras, en los cuales ha degustado viandas de múltiples procedencias, además de las propias del lugar.


Y es esto lo que enriquece y a la vez empobrece la gastronomía local, pues incorpora nuevos ingredientes o formas de hacer las cosas que hacen que el producto final no sea exactamente igual que antes, que puede estar mejor que al principio.



Un ejemplo cercano -ver post más abajo-son las migas de pastor, que yo he tenido el placer de comer desde que era niño pues un tío mío fue pastor en su juventud. Pero su preparación e ingredientes no era el mismo, ni el sabor ni la presentación. Y ambas recetas seguro que no nacieron tal y como las conozco hoy en día.


Bien, en Navarra y supongo que en todos los sitios, la comida típica (esa que hacen las madres para el padre) es cada vez más escasa, debido a que las nuevas generaciones no hemos estado con las amas de casa aprendiendo los entresijos de la cocina, pues los tiempos han hecho que no haga falta-léase despegue económico de la década de los 60-.


Pero existen aún tablas de salvación, como es "el libro de la Geno":


Este libro no creo yo que haya mujer de más de 50 años en Navarra que no lo conozca, al loro con el número de edición que tiene el mío.
Y otra tabla de salvación, esta algo más cómoda, es buscar sitios por Pamplona y alrededores, en la cual nos preparen por un precio más o menos decente, un buen plato de menudicos con patorrillo, por ejemplo.


Tiempo ha, la Sede Mundial de los Menudicos estaba en la Rotxapea, concretamente en el Bar Carcar, pero tras la jubilación de los dueños no he vuelto a ir, pues estos platos no pueden comerse en cualquier sitio y estas cosas hay que pedirlas en lugares que ya hayan sido testados previamente por alguien de confianza. Daos cuenta de lo sectario que es este mundillo.


Yo ayer mismo estuve en el Bar Garralda (C/Martín Azpilicueta 14) en el cual y a través de una recomendación -cómo no-estuvimos almorzando unos amigos. Yo pedí ración y media de callos, lo que da idea de cómo estaban: salsa perfecta, sabor en su punto y esa consistencia característica. Otro pidió los menudicos típicos, dejando un plato con huesos y el otro bien untado, cantando alabanzas. Y el otro pidió un plato de huevos con jamón, exponente que indica cómo este tipo de cocina cada vez cala menos.
Un detalle que quiero hacer notar es que prácticamente todos los sitios que ofrecen estas cosas son bares, pues los restaurantes han tenido que o bien eliminar estas cosas de sus cartas, o adaptarlas a los nuevos gustos, desvirtuándolas.
No hago hincapié en el resto de cosas que comimos porque no hubo resto de cosas que comimos, fuimos a comer exclusivamente lo que comimos. Como buenos navarros.
Es una pena que a la gente no le gusten esos platos, surgidos a buen seguro de la necesidad (a ver quién come un intestino pudiendo jalarse un solomillo). Son productos que a base de una muy esmerada preparación son manjares, y es una suerte su poca aceptación, pues como dijo Arguiñano si gustasen a todo el mundo serían carísimos: pues una vaca tiene mucha carne pero poco estómago: para los que no lo sepan, los callos se hacen con el estómago de la vaca, de ahí su costosa preparación para poder ser comidos y de que sea necesaria la limpieza más escrupulosa.

En fin, que sólo animaros para probar estos platos de la cocina típica navarra, menudicos, callos, riñones, higadicos, asaduras... seguro que no os defraudan para los que busquéis nuevos sabores.

¿Ha bebido algo de alcohol?

1:40 de la madrugada. Llueve. Control de alcoholemia de la Guadia Civil en Areta.
Aquello parecía una fiesta, de los coches que había parados.
Me hacen señas para que me detengan.
Bajo la ventanilla.
-Buenas noches.
-Hola, buenas noches.
-¿Ha bebido algo de alcohol?
-No, solo medios cubatas para seguir despierto.
-¿¿Queeeeeé??
-Sí, hombre, Coca-Colas.
-Ande, ande. Circule, y menos guasa. Que no está la noche...

P.D.: En realidad no me he atrevido, y solo le he dicho que no, que solo Coca-Colas. Pero se lo he pensado a la cara.

sábado, 22 de noviembre de 2008

CSI Las Migas

Hola amigos, hoy es un gran día.
Nuestro departamento de Tocinística Aplicada, tras duros meses de investigación y esfuerzo, ha logrado dar con el Santo Grial del tripero, o sea, con la receta de las archiconocidas Migas de Ujué.
No ha sido fácil, reconocen, pues hubo de infiltrar un topo en las filas enemigas, que no sin correr grandes riesgos -pues en el enemigo no había tierra para escarbar-nos ha traído al blog fotos reveladoras. La calidad de las mismas no es buena, pues una maldición ha sido vertida sobre ellas, ya que Iñigus (a la sazón el dueño de la receta) se ha cagao hasta en el padre Cucharón cuando se ha pispao de que le estábamos robando la receta en sus mismas narices.


Nuestros hombres de Criptografía Hortofrutícola trabajan a estas horas a destajo para desentrañar los trazos ininteligibles, ya que no se entiende nada. ¿qué pone? ¿migas de Ujué o migas de Ujé?. No descartamos que la documentación aquí expuesta sea apócrifa, por lo que pedimos disculpas a nuestros perdones.
No obstante, en cuanto tengamos algo, os lo haremos saber, porque la vida es una barca, como dijo Calderón de la Mierda.
Nota de última hora: Tras pasar los originales por un TAC (Tomografía Axial Computerizada) y someterlos a la prueba del Carbono 14 con bombardeo de radioisótopos He4+, no se ha visto un cagao, por lo que se ha procedido a leerlos. Y sabemos ya que llevan por lo menos tomate.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Cartas desde el exilio: Hoy, Italiano

Como casi todas las noches, hoy también hemos salido a cenar a un restaurante "no bávaro".
Le ha tocado a un Italiano. En otras ocasiones he estado ya en varios. En Munich tienen cierto gusto por ellos.
Pero éste tenía algo especial: nos lo recomendaba un colega italiano de esta internacional oficina. Eso había que probarlo. Buscando por internet, una crítica nos ha hecho dudar: (traducción libre) "comida buena, pero no excelente".

Pero hemos confiado más en nuestro compañero italiano, que no hay que creerse todo lo que uno lee por internet.

Y me alegro.

El sitio se llama "Al Pacino" (www.ristorante-al-pacino.de), en Leopoldstrasse 87.
Es acogedor. Los camareros parecen todos italianos, y la conversación con ellos y lo que murmuran entre dientes nos lo ha confirmado.

Yo he pedido un plato pequeño de Antipasti, que han consistido en ensalada de mar, setas, champiñones, tomate con mozzarela, queso feta y ensalada de legumbres y verduras.

Y luego pasta: Tortellini al forno. Menuda fuente. Estaban perfectos. En su punto. Gratinados y con el queso perfectamente fundido. No he podido terminarlos.

Pero tras un corto reposo, ha caído de postre un Tiramisu de aquí te espero. Estaba "bueno, pero no excelente", como decían en la crítica. El bizcocho debería haber estado un poco más húmedo, y la crema debería haber tenido más sabor a mascarpone. Pero, sin duda, bueno. Y abundante. Si hubiesen servido una tercera parte, me hubiese parecido una ración normal.

Todo tenía un aspecto muy casero. La definiría como cocoina italiana sin lujos, pero perfectamente elaborada y presentada.

Lo hemos regado con una botella de Chianti. No es que me guste mucho, pero a mis compañeros les apetecía. Como siempre, me ha defraudado. No termino de pillar el punto a estos vinos. La verdad, no me he fijado en el nombre. Si algún día encuentro uno que me guste, lo haré.

En total han sido 18,90€ por la comida y 17,50 del Chianti.

Todos mis compañeros han salido encantados.
Con sus Spaghetti Bolognese, Scaloppine no-sé-qué, Risotto de la Casa, Sopas varias (los turcos no saben cenar sin ellas), Canelloni al Forno, y los postres a base de Ensalada de frutas con vodka (yo creo que era otra cosa, pero mi colega dice que vodka…) y Helados con bien de nata, han hecho que uno de los turcos haya decidido que éste pasa a ser su restaurante preferido, arrebatando la posición al Mexicano en el que estuvimos ayer, y bastante por encima del falso turco en el que estuvieron hace unos días. Claro que ha tenido bastante que ver la salsera que le han sacado aparte con una salsa de chile de aquí te espero.

Todos los camareros han sido extremadamente amables.

En fin, que éste también os lo recomiendo si estáis por aquí.

jueves, 20 de noviembre de 2008

TIENDAS DE MODA

Hola amigos de la moda, superfashionsvictims que te mueres, usuarios todos universales de tiendas con lucecitas, música y ropa a tutijorobi. Sí, me refiero a las tiendas que todos sabemos: Zarra-pastrosa, Esprinfil, Breska, Estrafalarius, etc.

Hace pocos días fue mi cumpleaños y fui obsequiado con un rico presente adquirido en uno de estos establecimientos comerciales. Al abrirlo, oh sorpresa, me encontré dos estupendos jerseys, y al probármelos, decidí que uno me lo quedaba pero el otro lo CAMBIABA. Cuán poco podía yo sospechar que la desgracia cual plaga milenaria se cernía sobre mí.

Por todos es sabido que estas tiendas o bien se establecen en el centro del casco urbano, o bien en macrocentros comerciales a las afueras de la ciudad, por lo que en ambos casos necesito un transporte que me acerque. En un primer momento y dado que tenía que hacer más compras, me fui al centro comercial, donde una amable dependienta me explicó que la devolución del importe sólo se podía hacer al titular de la tarjeta de crédito con que se había hecho el pago. Y yo, como un cenutrio a estas alturas de la película, sin saberlo. Bueno, viaje perdido pero ya sobreaviso. Llamé a la persona que me hizo el regalo y le comenté la situación, por lo que quedé con ella para que, con su tarjeta, nos hicieran la devolución.
Esta vez, escogí ir al centro de la ciudad a una tienda de la misma cadena, donde tras pagar la ORA correspondiente, volví a hablar con otra dependienta que casi parecía un clon de la anterior, pues su vestimenta, peinado, maquillaje, complementos eran casi idénticos (¿serán humanos clonados y no lo sabemos?). Esta dependienta, igual de amable, me explicó que bien, que la tarjeta de crédito era necesaria, así como la tarjeta de cliente con la que se obtuvieron no sé qué puntos para no sé qué cosas. Y como la primera dependiente no me lo había explicado y dado lo puesto que estoy en esos temas, pues me vi sin poder cambiar de nuevo la prenda de ropa. O sea, ORA y viaje perdidos.

Al final, las cuentas que yo me hago son:
- Primer viaje al centro comercial: unos 10 km. de ida y vuelta, y una hora de tiempo.
- Segundo viaje a la ciudad: unos 5 km. de ida y vuelta, el pago de la ORA y otra hora de tiempo. Y es el tiempo de dos personas, yo y la de la tarjeta.
- Tercer viaje: la prenda se la ha quedado esta persona para devolverla,esta vez con todas las tarjetas, además de la fe de bautismo, la declaración de la renta, la última nómina, el carnet del Osasuna, las capitulaciones matrimoniales, el testamento, las últimas voluntades y el habeas corpus, todo por triplicado, sellado y visado por el Ilustre Colegio de Notarios de Bigüézal. No vaya a ser que falte algo.

TOTAL: Que si me voy al comercio de mi barrio donde me conocen de toda la vida, voy y vuelvo andando en 10 minutos y lo hago todo a la primera sin más historias. Y además me sale mucho más barato, porque sólo en gasolina ya me he gastado todo el supuesto ahorro que hice al comprar en esta tienda, por lo que voy a comprarme la ropa en tiendas de barrio, que además de tener precios más o menos parecidos, el servicio no tiene color, por no hablar de la calidad del tipo de ropas antes mencionadas, que tras una temporada están para el arrastre.

Un saludo consumista.

lunes, 17 de noviembre de 2008

FOTOS CURIOSAS DE POR AHÍ

Hola postalaris.
He estado leyendo estas últimas entradas y el blog está mu serio. Alegremos nuestro corazón-lo tenemos alegrado-como dirían en misa. Para ello, nada mejor que fotos de esas que se hacen con el móvil cuando se ven cosas curiosas:
Esta la primera




Os juro que el bote no estaba en una sex haizegoa ni nada por el estilo, estaba en un eroski. Yo toda la vida buscando esto y resulta que se vendían en bote.


Segunda afoto:




Es un coche de estos de empresa que lleva publicidad serigrafiada, lo que no tengo claro es de si se trata de un anuncio de un laxante argentino, o algo que tenga que ver con los efluvios combustibles de petróleo. Creo que es algo de esto último.


Otra más:





De un cartel de la calle. Sin comentarios.


Y la última:



Esto suena a perreo que te cagas por las trancas. De otro cartel, este en una agencia de viajes.

Cartas desde el exilio: Restaurantes del mundo

Si algo me gusta de Munich es la cantidad de restaurantes de todas las nacionalidades que hay en la ciudad.
Y si algo me gusta de un compañero que tengo la suerte de tener aquí, es que conoce un montón de ellos.
Últimamente he estado con él y otros cuantos colegas más en un restaurante Etíope y en otro Afgano.

En el Etíope nos resultó curiosa la forma de servir la comida. Eramos cuatro, y nos sacaron una gran fuente en la que habían dispuesto por zonas la comida que cada uno habíamos pedido. Sin más platos ni cubiertos. Solo una especie de tortitas que usábamos para, arrancando trozos de ella, coger una porción de comida y comerla.

Es una experiencia en la que se relajan las formalidades y compartir comida es tan fácil como estirar un poco más la mano hasta el montoncito de un compañero.

Nosotros estuvimos con nuestro jefe aquí, y fue entonces cuando nos invitó a llamarle por su nombre propio, lo que, si alguno conocéis cómo funcionan por aquí, es todo un logro. Desde entonces, la relación ha sido bastante más relajada.

Ayer cenamos en un Afgano. Ibamos a ir a uno cerquita de Marienplatz, pero como estaba lleno fuimos a otro que casualmente habíamos visto de pasada cuando buscábamos el primero.

Se llama Nigin y está en Dultstrasse, 1.
Parecía bastante nuevo, y es muy chiquitín, así que si quieres ir, probablemente sea mejor reservar. Nosotros tuvimos suerte, y como ibamos a una hora más española que alemana, nos atendieron en segundo turno.

Yo comí Qabuli Palau, que era una mezcla de arroz basmati integral, pistachos, almendras, pasas y tiras de zanahoria cocinado todo con especias, y carne de cordero, especialidad de esta cocina, que puede ser en forma de pincho o guisada, como fue mi caso. Como acompañamiento, unas espinacas al estilo afgano, que no sabría describiros bien.

Me gustó.
De postre, nos dejamos aconsejar y comimos Ferni. Me pareció una natilla con trozos de almendra y pistacho, y seguramente más cosas que no conseguí identificar.

También me gustó. No era demasiado dulce, que es algo que siempre me temo de ciertas cocinas orientales.

Con el litro y medio de cerveza que usamos para remojar todo esto, nos salió a algo menos de 25€ por persona, lo que es bastante razonable para lo que se estila por aquí.

Otro día, otro país.

Cartas desde el exilio: la productividad

Ayer leí una noticia sobre un encuentro entre empresarios y algunos responsables políticos en Aragón, acerca de la crisis, analizando qué se puede hacer.

Aquí la tenéis: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=455891

Uno de los empresarios arguementaba que ahora que España ya no puede competir en salarios, debemos competir de otra forma. No menciona la investigación (aunque me consta que esa empresa la hace, y buena), sino la flexibilización de las relaciones laborales. Despido libre, podría haber dicho.

En primer lugar me rechina lo de que no podemos competir en sueldos. Llevo 11 años y medio trabajando en una multinacional alemana, y tanto al principio como ahora, me sigue dando vergüenza hablar de salarios con mis compañeros. Antes más, es verdad, pero no creo que los sueldos sean comparables. Por supuesto que hay otros países más baratos, pero desde luego que nos falta bastante para llegar a los salarios del grupo de cabeza (UK, Alemania,…)

El mismo empresario hablaba tambén de la baja productividad de los trabajadores en España. Seguro que hay datos que lo respaldan, pero a mi me cuesta entender cómo puede ser así cuando veo cómo se trabaja en otros países como Alemania.

No es solo la pequeña tontería de la pausa para el desayuno que todos hacen aquí, como os conté hace unos días. Se trata también de que aquí no ves un alma en las oficinas pasada cierta hora.

Se trata de que está prohibido trabajar más de 10 horas en un mismo día.
Se trata de que para trabajar un fin de semana hay que pedir autorización con dos semanas de tiempo.
Se trata de que para hacer una guardia hay que pedir autorización con semana y pico.
Se trata de que llevan más de un año reformando la estación de metro del hotel donde me hospedo, y casi naie veo a nadie trabajando.

Se trata de que las tiendas cierran a las 8 (hasta no hace mucho lo hacían a las 6).
Se trata de que los sindicatos son consultados para cualquier medida que se quiera tomar, y han de autorizarlo. He visto proyectos de IT cancelados por no haber logrado la autorización de los sindicatos.

Y no digo que este mal que sea así. Ojalá fuera así en todo el mundo. Pero mientras no lo sea, lo que conseguimos en Europa es reducir nuestra competitividad.

Aunque esta moneda del control exhaustivo de los sindicatos y la legislación tiene también dos caras:
Porque se trata de jefes que, como ellos son responsables si sus trabajadores se quedan más horas, dicen "No trabajes más de 10 horas" y "Esto tiene que estar para mañana" en la misma frase.

Se trata de gente que llegado el límite de las 10 horas baja a fichar y vuelve a subir a la oficina.
Se trata de gente que sigue trabajando desde su casa, donde los tiempos de trabajo no se controlan de ninguna forma.

Así que quizás todo se compense, y eso explique que Alemania sea más productiva que España.

Por las referencias que tengo, me temo que UK nos debería ganar por goleada en cuanto a productividad: cafés rapiditos sin mucha cháchara sino más bien llevados al sitio, y si hay que quedarse, se quedan.

Y os dejo, que voy a seguir trabajando. Es sábado, y tengo que terminar las presentaciones de la semana que viene, que no he podido preparar estos días aun habiendo trabajado hasta las tantas.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Cartas desde el exilio: Murphy al acecho

Ayer os contaba que ibamos a ir a cenar a un mexicano.
Pues no pudo ser. Todo se complicó, y un servidor a punto de jubilarse, viéndose venir el tema decidió dejarnos colgados la víspera de su retirada. "Si hay que morir, se muere, pero moriré matando", parece habernos querido decir.

Se trata de unos "cacharros" que llevan en la empresa bastante más tiempo que yo. Antes teníamos uno en cada delegación de servicio técnico, y por las noches hacían unas conexiones por modem para replicar los datos necesarios.

Ya hace tiempo, con el abaratamiento de las comunicaciones, interconectamos todas esas ubicaciones y elminamos los modems. Y todavía más recientemente, cuando ya empezábamos a tener serios problemas con las averías por la falta de repuestos y los exorbitantes precios tanto de las piezas como de las intervenciones del servicio técnico, los juntamos todos en el centro de datos, juntando varias delegaciones en cada máquina, y usando los restos a modo de repuesto.

Pero por fin, tras varias veces que parecía que ya sí, pero al final no, este año tocaba proyecto para sustituirlos por una aplicación en condiciones.

Ya se han quitado casi todos y a éste le tocaba mañana, pero hoy ha dicho que ya vale, y ha cascado una tabla de la base de datos. La recuperación ha dado algunos problemas, y ha habido que recuperar de un día antes y luego reaplicar logs… Vaya, divertido para el compañero que ha tenido que hacerlo.

En fin, que nunca se debe subestimar la capacidad de Murphy para aperecer hasta el último momento. Ahora que estábamos confiados porque en el peor de los casos teníamos varios servidores que canibalizar en caso de avería. Como dice el refrán, "hasta el rabo, todo es toro".

Total que se ha hecho demasiado tarde para ir hasta el centro al mexicano donde estaría terminando ya de cenar la cuadrilla de chiste.

Y nos hemos quedado en un chino cerca del trabajo y del hotel. Casi nos miraban mal cuando hemos entrado al filo de las 10 de la noche. En un país donde las 8 ya casi es tarde, intentar cenar más tarde de las 10 es misión imposible (siempre hay sitios, pero la zona en la que estamos tiene poca oferta donde elegir). Más de una vez me he quedado sin cenar por llegar al hotel a las 22:30, por ejemplo. Una de las veces nos tomamos varias cervezas por los cacahuetes que nos ponían para acompañar (y dar más sed).

Al final hemos estado cenando cuatro, descansando las orejas de tanto inglés y alemán. No sé qué hemos comido. Todo estaba en Alemán y no teníamos ganas de pensar, así que nos hemos limitado a pedir un menú de esos estándar para tantas personas y punto.

No ha estado mal. Cocina bastante diferente a los chinos de Pamplona. Los plátanos fritos con miel y bola de helado estaban buenos.

Espero que Murphy haya cubiero su cupo del mes, y tengamos paz el resto de mi estancia aquí.

Hasta mañana...

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Se busca administrador de Exchange

Algo así dice el anuncio que mi empresa puso hace mes y medio en www.infojobs.net.
Ya véis, otros destruyendo empleo, con ERE y toda la pesca, y aquí la empresa donde trabajo permitiéndose el lujo de contratar a un nuevo administrador de Exchange.

En los requisitos mínimos del anuncio dice:
EDUCATION:IT SPECIALIST OR A COMPARABLE EDUCATION IN THE IT AREA.
EXPERIENCE: ADMINISTER WINDOWS EXCHANGE 2003 SERVERS
PERSONAL SKILLS AND AFFINITY TO WORK IN A VIRTUAL AND GLOBAL TEAM.
GOOD COMUNICATION SKILLS.
ANALYTICAL AND METHODICAL APPROACH.
SPECIFIC KNOWLEDGE: KNOW HOW IN MICROSOFT PRODUCTS ESPECIALLY MICROSOFT EXCHANGE 2003 AND ACTIVE DIRECTOY.

19 inscritos.

Aparte el tema de las antiestéticas y altisonantes mayúsculas y una redacción bastante discutible y hasta con errores claros (qué queréis que le haga, no lo he escrito yo…), como véis el anuncio va en inglés.

Como no se menciona expresamente que una gran fluidez en inglés sea necesaria, parece que el idioma en que está redactado el anuncio ha debido pasar desapercibido a gente que ha creído que tenía posibilidades de conseguir el trabajo con un nivel "medio" de Inglés, que según mi experiencia suele ser una sobrevaloración bastante importante del nivel propio por parte del candidato.

Bueno, pase. "Yo lo intento, que total, el no ya lo tengo. Como soy la leche de bueno técnicamente, seguro que les convenzo y ya aprenderé inglés". Pues venga, dale.

Pero ¿como narices se le ocurre a alguien sin conocimientos en Exchange apuntarse a esta oferta? Yo no me lo creía. Estaba seguro de estar saltándomelo por algún sitio, así que cuando nuestro departamento de Recursos Humanos me pasó los currículums y llegué al tercero en el que no encontraba la dichosa palabra clave, pulsé Ctrl+F e hice una búsqueda: "Exchange". Dita sea. "No se encuentra". No es que no tenga "Experience" como se requiere. Es que no ha hecho ni un curso, cursillo o cursillín que permita colarlo como "Specific knowledge". Es que es probable que de Exchange sepa lo que yo de la menstruación de la rana bermeja… No lo entiendo.

En fin, espero que todavía encontremos a alguien, porque si no, desgraciadamente, seguro que en Polonia, Turquía, o cualquier otro sitio, no tienen estos problemas para contratar a un administrador de Exchange. Creo que no se ofrece todos los días la oportunidad de dedicarse a administrar 30.000 buzones de correo distribuidos por todo el mundo… Y menos desde Pamplona…

Si alguno os animáis, aquí estoy. Pero por favor, decidme que al menos habéis hecho un curso de Exchange, please.

¡Qué lata de seguridad!

La seguridad es una lata.
Sucede en todos los ámbitos. Yo estoy acostumbrado a sufrirla a veces y requerirla otras en entornos informáticos.
Que si cambiar la password cade cierto número de días, y que sea complicadita, nada de la fecha de nacimento del hijo.
Que si requerir varias autorizaciones para hacer no sé qué.
Que si portátiles y documentos internos cerrados bajo llave,…

Pero donde más la sufro es en los aeropuertos.
El lunes a primera hora tenía que coger un avión por motivos de trabajo en el único aeropuerto del mundo que puede llamarse auténticamente BIO.

Como el viaje hasta un hotel cercano lo había hecho la noche anterior para evitarme el madrugón y temía a Morfeo por el camino, me había pillado una lata de un refresco de Zero calorías y muchos edulcorantes artificiales.

Al final no me la tomé, y la olvidé completamente en la mochila del portátil, donde también llevo una camisa, calzoncillo y calcetines de repuesto, por si las pérdidas de maletas. Que no sería la primera vez.

Y allí estaba yo, con mis bolsillos vacíos, el portátil en su correspondiente bandeja dispuesto a dejarse escrutar hasta las soldaduras por la maquinita de marras… y la lata en la mochila.

Paso el arco y, como casi siempre, pito. Yo creo que le gusto al guardia y me quiere cachear. Que un día le voy a decir que soy gay y que él me pone, así que mejor que me cachée su compañera para evitar situaciones embarazosas… A ver qué dice… Pues nada, cacheo, y no me encuentran nada.

¿Y la lata de la mochila? Nada, p'adelante, toda fresca (bueno igual ya está templada).
No me doy cuenta del tema hasta llegar al hotel.

No sé si el escaneador tenía tan claro el tema de que era una lata olvidada que me hizo hacer el favor de no decir nada (desde aquí mi agradecimiento), o es que no se ve bien (¡vaya peligro!), o es que simplemente no importa.

Y según cuál sea la respuesta, me pregunto: Y tanta seguridad, ¿para qué? Estoy seguro de que el quiera hacer saltar un avión por los aires o provocar que se estrelle contra alguna torre, gemela o no, tiene formas de hacerlo que no detectarían. Así que más bien me parece que se trata de darnos a los ciudadanos una ¿falsa? sensación de seguridad, aunque sea a costa de nuestro tiempo y nuestro dinero (a ver para qué creéis que son una buena parte de las tasas de los billetes de avión, que son a veces más altas que el precio del propio billete).

En fin, que esto es una lata.

martes, 11 de noviembre de 2008

Cartas desde el exilio: Carnaza bávara

Aprovecho mis últimos minutos en la oficina (¡qué largas jornadas!) para dar el parte de guerra desde el exilio:

En la empresa donde trabajo, ahora desplazado unos días en Munich, hay una cantina para la comida del mediodía. Bueno, también para el desayuno. Por ejemplo, a eso de las 9, todo el mundo se levanta y se va para allá a comprar un sandwich y tomarse un "latte macchiato". Algunos, si no van, sacan uno de la fiambrera, y a darle.

Es la hora del desayuno. 15 minutos que tienen por convenio para hincar el diente, aunque como no se ficha para ir a la cantina, digamos que es flexible.

Y eso que luego abren el comedor a las 11:30 (lo cierran a las 14:00, pero no creáis que se puede encontrar gran cosa a partir de las 13:30).

No sé cómo pueden ser más productivos que nosotros…

En fin, que no era de eso de lo que os quería hablar, sino de lo que he comido hoy.

Se trata de "Abgebräunter Leberkäs mit Bratensauce". Los coleagas de la cantina han tenido la deferencia recientemente de poner la traducción en Inglés. No la recuerdo exactamente, pero era algo así como "Slice of Meatloaf" (nada que ver con el cantante). Y a su vez la traducción al español sería "Rebanada de Pan de Carne", o quizás "Rebanada de pedazo de carne", aunque yo prefiero traducir libremente como "carnaza". Y por explicarlo mejor, digamos que es una "loncha de salcichota". Imaginaos una salchicha de sección más bien rectangular, de 10 centímetros de alta por 15 de alta, cortada en rebanadas de centímetro y medio. Bueno, pues eso, regado por una salsa de asado, ha sido mi comida de hoy, acompañado por una generosa ración de patatas asadas.

No es nada delicioso, la verdad, pero hemos estado ahí. Lo que sea por ir probando exquisiteces locales. A esa me había resistido, pero he decidido que ya era hora, tras 11 años de venir periódicamente por aquí.

Es muy habitual en bocadillos. Al menos yo lo he visto en la cantina y en los puestos en las estaciones de metro, y también en panaderías y carnicerías, donde según me contaron se prepara dos veces al día, y la gente toma recién salido del horno, todavía caliente.

El de hoy estaba pasado por la sartén una vez rebanado.
Para beber, mi clásico "Sommercoktail", mezcla de zumos de fresas, piña y algo más. Aquí no sirven alcohol en el trabajo, así que nada de cerveza, y mucho menos vino, que es más bien un lujo. Alguno lo iba a pasar mal sin su vasito de vino "pa'empujá".

Ayer cenamos en el "RatKeller", un restaurante bávaro en el sotano del Ayuntamiento nuevo (neues Rathaus). Cayó un asado de cerdo a la cerveza (Franziskaner Sauerbraten) con sus buenas pelotas de patata y su ensalada de col, regadas por exquisita Weissbier Franziskaner, que aquí sabe distinta. Será que no es de botella. Mis compañeros se decantaron por un no menos clásico codillo asado, otro por pato asado y el último por merluza a la romana.

Tras esta lección de gastronomía típica bávara, esta noche iremos a un mexicano, para compensar. Además, me acaban de avisar que los compañeros se acaban de encontrar en el hotel con un turco, un americano y chino. Junto con el inglés que ya teníamos y los varios españoles, ésta promete ser de chiste. Aún nos falta la australiana, y los alemanes, que juegan en casa.

Hasta mañana...

Cartas desde el exilio

Sí, en el exilio estoy. Y ahí me voy a quedar unos cuantos días.
Pero como este blog parece estar dando los últimos estertores, muerto de inanición por la falta de contenido nuevo, no me queda más remedio que sacar algo de tiempo entre el curro, que es lo que me ha traído a la capital de los Bávaros, y las cervezas de la precena, para escribir algo off-line que poder enviar mañana al blog. Aunque sea en plan "Querido Diario" más que el estilo de post temático habitual en este blog.

Por cierto, Araque, que te aprovechen las cervezas en el EBE. Pero ninguna otra cerveza más que la de aquí debería llevar tal nombre. ¡Qué gusto venir de vez en cuando y cenar todas las noches con una refrescante Helles o una densa Weissbier (o dos, o tres, o…)!

Hoy tocará codillo o alguna otra delicia porcina de similar contenido en colesterol, y laaaaarga charla al calor de la cerveza fría.

Además, vienen un par de colegas más de España que no han estado nunca, así que tendremos que instruirles en las sanas costumbres gastronómicas locales. Difícil, siendo uno de ellos vegetariano, pero se intentará. Al menos, le encanta la cerveza, así que seguro que lo pasamos bien.

Hasta otro post…

lunes, 10 de noviembre de 2008

Ley de Gravitación Universal

En tiempos de crisis suele decirse que hay que apretarse el cinturón, y no precisamente el de seguridad, que también. Viene a expresar que los efectos de una penuria económica hacen que nuestras magras mengüen ostensiblemente, hasta el punto de que si no hacemos que disminuya el perímetro delimitado por la tira de piel bovina que abrochamos a la altura ventral ésta se nos caiga. Tras esta sesuda esplicación (con "s" para parecer peor esplicada), paso a contaros una experiencia con un medidor de atracción de cuerpos celestes sometidos a la Ley de Gravitación Universal, en condiciones normales (temperatura=20°C y presión=1 atmósfera), o sea una báscula de las de toda la vida.


Me encontraba yo caminando por esos mundos de Dios cuando hete aquí que fui conducido por fuerzas colosales hacia una farmacia en la cual hallé un artefacto como el anteriormente descrito, y que tengo a bien enseñaros:
















Tras subir al aparato del demonio éste, una voz dulce y femenina pero a la vez firme, me ordenó estarme quieto a la vez que por medio de complicados algoritmos deducía la fuerza con la que el planeta Tierra me atraía hacia sí. Tras esta delicada operación, la misma voz que antes me indicó que estaba procediendo a establecer la distancia que había desde la plataforma en la que me encontraba de pie, hasta la misma punta del colodrillo, considerando éste como el punto más alejado del suelo que tiene un ser humano, entendiendo que hállase en posición erguida y no como el acordeón de Kepa Junkera.

Y entonces fue cuando la voz, esa voz, me dijo que si deseaba (¿cómo resistirse?) un cálculo del Indice de Masa Corporal, me agarrase firmemente a las asas que se ven a ambos lados del cuerpo principal del ingenio mecánico. Así, agarrado como un naúfrago algebraico en un proceloso mar de operaciones computacionales, la máquina emitió un pitido que dio comienzo a una serie de iteraciones matemáticas, ofreciendo al momento el resultado deseado. No había salido yo de mi trance, cuando la voz anunció que podía volver al suelo en el cual yo me encontraba inicialmente, obedeciendo al instante.

Un leve crujir en una de las ranuras me indicó que los datos obtenidos serían impresos en papel, como prueba última e irrefutable de que las leyes físicas son eternas e inmutables. Paso a enseñaros el trozo de celulosa blanqueada con cloro que fue expulsado por la abertura horizontal practicada, que puede verse en la parte inferior derecha de la fotografía anterior:



Aunque la calidad de la imagen no es óptima, puede verse el resultado de las mediciones efectuadas, amén de otras recomendaciones de diversa índole.
Tras minucioso examen de los datos ofrecidos, y considerando las desviaciones debidas a factores de seguridad que por Ley debe tener todo aparato de medida, saqué las siguientes conclusiones:
1.- Estoy tocino que te cagas: o pierdo peso o no quepo ni por la puerta de la Monumental de Zaragoza
2.- En el peso está incluido: la ropa, el abrigo, el móvil, las llaves, dinero en calderilla, la cartera y las cascarrias.
3.- En la altura están incluidas las zapatillas
4.- No entiendo para qué es necesario agarrarse a ningún asa para calcular el IMC, pues basta dividir el peso en kilogramos entre el cuadrado de la altura en metros. Y menos entiendo cómo se da un índice en principio adimensional en kg/m2, cuando en todo caso ésta es una medida de presión. E independiente de los años, que también preguntaba la voz... strangers in de nait, nonaino nainooooo
5.- Un amigo que venía conmigo y que se subió asimismo a la báscula, arrojó un IMC sobrepasando los 30, por lo que veo que el grasuz es epidemia.
6.- Hay que joderse la de tontás que hay que programar a una maquina para justificar el echar los 20 céntimos que costaba el viaje.
Un saludo tocinil.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Volvemos en 5 minutos...

Como ya seguramente sabeis, queridos teleadictos, últimamente se ha puesto de moda en las cadenas de televisión, avisarnos de la duración de algunos cortes publicitarios al inicio de los mismos. Esto seguramente tiene como objetivo el que, por culpa de no saber cuanto ha de durar el corte, nos perdamos nuestra serie favorita o la "superpelicula" que en ese momento estábamos viendo y que se corta casualmente en el momento más interesante. Tradicionalmente durante los cortes publicitarios solemos aprovechar para "echar un pis", o "un pos", llamar a la amiga o amigo, terminar de recoger la cocina, o simplemente "zappear" por otros canales de tv. Y es de agradecer que uno sepa exactamente cuanto ha de durar. Por que si te dicen que "vueven en 5 minutos", tú ya sabes si tienes "pis" o "pos" suficiente para ese tiempo.
Lo que a mí no me cuadra es el tipo de cronómetro que utilizan las televisiones para medir este tiempo. A priori parece que estén utilizando el reloj atómico suizo de cesio 133, porque al final del corte aparece el reloj de cuenta atrás, con décimas de segundo y todo, como si estuvieran cronometrando la vuelta rápida de Fernando Alonso. Pero no, nada de eso. Para mí que utilizan un reloj de arena de granos gordos o incluso una clepsidra. Y es que mi reloj de pulsera (tranquilos, no voy a presumir de reloj), que es de esos de esferas, dispone de un botón de inicio rápido del cronómetro. Cuando empieza alguno de estos cortes cronometrados, le doy rápidamente al botón y ¡chas!, comienza la competición. No veais la ilusión que me hace comprobar que mi reloj es siempre el más rápido. Cuando el mío llega a los cinco minutos exactos, ellos todavía están con el último anuncio. Unos 10 a 20 segundos más tarde suele aparecer el mencionado "superreloj atómico".
En fín, o una de dos, o se actualizan el susodicho reloj (que por cierto ya lo pueden ir pidiendo a los reyes magos), o cambian las cabeceras de los cortes cronometrados: "volvemos en 5 minutos...y pico"