Hoy he leído en el periódico que José Tomás, figura del toreo, no va a actuar en la plaza de Las Ventas. Pide demasiado dinero.
He visto las fotos de José Tomás en sus tardes de gloria, cuando le ha llegado el éxito tras mirar a la muerte a los ojos y decirle: "Hoy todavía no me llevarás contigo". Y he visto su mirada. Perdida. Como en éxtasis a pesar de ser llevado a hombros por una muchedumbre enfervorecida y entregada como a un dios. La mirada de los que buscan algo que no está aquí, sin arrogancia, sin sentimientos, la misma mirada de los boxeadores duros de verdad, de los que son golpeados y se levantan una y otra vez sin rendirse, hasta vencer, quedar lisiados o morir.
Cuando venga la Parca, José Tomás podrá decirle: -Dile a Caronte que no tengo monedas para él.
sábado, 4 de abril de 2009
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