martes, 24 de noviembre de 2009

Homeopatéticos


Hola sacarinos
Hoy, medicina homeopática.
Como todo el mundo sabe, la homeopatía es una rama de la ¿medicina? que se basa en una cosa muy sencilla, que no es otra que la disolución de un principio activo, o principio curante, o como quiera llamarse, en agüita.
Bueno, hasta ahí todo normal, puesto que todos nosotras hemos disuelto una aspirina en agua para poder tragárnosla. Pero, ¿es esto homeopatía?. No sactamente.
Las diluciones homeopáticas pueden presentarse en tres gradaciones, a saber:
- Dilución decimal hahnemaniana
- Dilución centesimal hahnemaniana
- Dilución korsakoviana

Cada tipo diluye el principio activo de una forma distinta. Yo, como el otro día tuve ocasión de ver una dilución korsakoviana, pues os explico esta última aunque es parecida a las otras.
Una dilución korsakoviana se fabrica así: se obtienen 100 mililitros (ml) de Tintura Madre que es el resultado de poner en 100 ml de alcohol una planta y dejar que macere un tiempo, hasta que sus principios activos pasen al alcohol. Ya tenemos la tintura madre.
Luego cogemos el vaso donde tenemos la tintura madre y TIRAMOS TODO A TOMAR POR SACO. En las paredes del vaso,por las fuerzas de absorción y blablabla, se habrá quedado más o menos 1 mililitro de alcohol. Pues bien, llenamos el vaso de agua, ya tenemos una dilución korsakoviana 1K. Si repetimos el proceso n veces, obtendremos diluciones nK, por ejemplo, si hago esto 200 veces, tendré una dilución 200K, que es precisamente el producto que yo tuve en la mano el otro día, y que al parecer prevenía la gripe.
No hemos hecho más que diluir el principio activo en agua, y si éste principio es lo suficientemente potente, las diluciones no harán que su poder efectivo disminuya. De hecho existen compuestos químicos potentísimos, tales como el veneno de la víbora del Gabón, capaz de matar a un elefante con dosis extremadamente pequeñas (para un humano basta inocular 60 mg de este veneno)
Bien, hasta ahora todo parece correcto, pero yo y mi excel hemos decidido poner a prueba al payaso de micolor, y tras una serie de cálculos, la excel ha dicho que no puede calcular más allá de 1 exponencial -305, lo que viene siendo 0,0000000000-hasta 305 ceros-1 gramos de principio activo.
Además, esta concentración correspondería a más o menos una dilución 150K, a partir de la cual excel ya no puede calcular más, no tiene los decimales suficientes.
Bueno, insisto, si el principio activo es lo suficientemente potente....

Pero es que se me ha ocurrido comparar esto con la composición de agua marina.
Si veis bien la tabla del enlace, en el agua marina hay 0.0033 mg/litro de uranio, así que si esta dosis es la natural y no tiene ningún efecto sobre la salud-y teniendo en cuenta lo saludable del uranio-, imaginaos un extracto de planta disuelto hasta un exponencial del orden de -300. Curiosidades del efecto placebo.

5 comentarios:

  1. En la preparación de los medicamentos homeopáticos hay un proceso indispensable que se llama "Sucusión" y que consiste en sacudida con golpe, durante el cual se impactan fuertemente moléculas contra moléculas. Por ello, en ese proceso se transfieren características-información del elemento base usado para la preparación de dichos medicamentos, al vehículo. Tal impronta luego tiene efecto en el organismo (Demostrado e nivel laboratorio.)y directamente en el cerebro, el órgano responsable de toda la economía. El cerbro, por ser como una computadora-ordenador, reacciona con información, la que porta el remedio homeopático. Así cura bebés, animales, personas que dudan de su eficiencia. No cura por el efecto placebo.

    ResponderEliminar
  2. “Madeleine Ennis,( ) una farmacóloga de la Universidad de Queen, Belfast, era el azote de la homeopatía. Ella se levantó contra sus afirmaciones de que un remedio químico podía ser diluido hasta el punto en que fuera improbable que una muestra contuviera ni siquiera una simple molécula de algo que no fuera agua, y aún así tuviera un efecto curativo. Y así lo hizo hasta que se puso a la tarea de probar de una buena vez por todas que la homeopatía era una patraña.

    ”En su artículo más reciente, Ennis describe cómo su equipo observó los efectos de soluciones ultra-diluidas de histamina sobre glóbulos blancos de sangre humana relacionados con una inflamación. Estos “basófilos” liberan histamina cuando las células están bajo ataque. Una vez liberada, la histamina impide que sigan liberando más y descubrió que las soluciones homeopáticas (tan diluidas que probablemente no contenían ni una sola molécula de histamina) funcionaban exactamente igual que la histamina.

    “¿Qué es lo que pudo haber sucedido? Los homeópatas preparan sus remedios disolviendo cosas como carbón, la mortal belladona o veneno de araña en etanol, y luego diluyen esta “tintura madre” en agua una y otra vez. No importa cuál sea el nivel de la dilución, afirman los homeópatas, el remedio original deja alguna clase de impresión en las moléculas de agua. De esa forma, sin importar cuán diluida quede la solución, todavía está imbuida de las propiedades del remedio.

    Pero el estudio de Belfast (Infammation Research, vol 53. P 181) sugiere que algo está sucediendo allí. Ennis dice en su artículo que se siente “incapaz de explicar nuestros resultados, y los estoy informando para entusiasmar a otros en la investigación de este fenómeno”. Si los resultados terminan siendo reales, dice, las implicaciones son profundas; podríamos tener que re-escribir la física y la química”

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente, un proceso vital en la preparación homeopática es la sucusión o sacudida a base de golpe o golpes de la dilución: ésta en el caso del agua marina está garantizada, si atendemos a la existencia de corrientes marinas y otros fenómenos meteorológicos, tales como simples tormentas capaces de elevar olas de ocho y más metros, por citar casos recientes en la costa cantábrica.
    Respecto a los resultados clínicos obtenidos, el efecto placebo lo explica por sí mismo (ver enlace wikipedia)
    Y si de verdad no importa el nivel de la dilución para que un soluto siga teniendo las mismas propiedades que sin disolver apenas, ¿cómo se explica la presencia de elementos radioactivos en el agua marina y no afecten a la salud?. Porque bastarían pocos gramos de uranio no disuelto en contacto con un ser humano como para que muriese en pocas horas.

    ResponderEliminar
  4. Ya que habláis de OceanO, no me queda más remedio que intervenir, por alusiones :-)

    A ver, aquí estamos hablando de que a un tal Hahnemann tuvo en el siglo XVIII la genial idea de combatir los síntomas de las enfermedades con sustancias que provocaban síntomas similares, pero muy diluidas y sacudidas sucesivamente. Por algún motivo se le ocurrió pensar que lo igual combatía mejor que lo contrario, quizás inspirado en los antídotos de venenos de serpiente que se elaboran con el mismo veneno (si es que tales antídotos ya existían en el siglo XVIII), o en las vacunas que se elaboran con patógenos debilitados para así estimular al sistema inmunológico (éstas sí que no existían en el siglo XVIII, pues la primera que se utilizó fue precisamente utilizando viruela vacuna para inmunizar frente a la viruela humana). En esos casos, los mecanismos están claramente descritos y se pueden reproducir, y su efectividad se ha medido en ensayos clínicos y en el mundo real hasta el punto de erradicar enfermedades antes endémicas, como la mencionada viruela.

    El mecanismo por el que el agua adquiere propiedades curativas por disolución y agitación de un principio perjudicial en el caso de la homeopatía parece no ser de especial relevancia, alegando que lo importante es que funciona. Pero es que sinceramente creo que no funciona, y no hay ningún estudio riguros que lo haya demostrado. Que estudios puntuales interesados hayan mostrado cierta correlación entre el consumo de cierto producto y la "curación" para mi tiene la misma validez que la afiermación de que el calentamiento global se debe a la reducción del número de piratas en el mundo, puesto que también existe una correlación. El experimiento debe ser reproducible en cualquier otro lugar, y si no, no me vale.

    Al menos la homeopatía tiene algo bueno (o mejor dicho menos malo) que otras medicinas alternativas: sus remedios no hacen mal, y creo que sus prescriptores tampoco se suelen oponer a que utilices tratamientos de otro tipo simultáneamente.

    Cuando tuve mi primer (y último) contacto con la homeopatía, vi que el "medicamento" prescrito se componía de 0,85 gramos de sacarosa y 0,15 gramos de lactosa por cada 1 gramo de producto. Así que extrañado busqué información sobre el tema y me di cuenta de la tontería que había hecho considerando siquiera la posibilidad. Hasta entonces yo creía que la homeopatía se basaba en el uso mucho más medido de las dosis, en lugar de las masivas dosis más bien por exceso de la medicina "normal", y no simplemente en diluir hasta la completa desaparición del principio activo y agitar para que se traspasen propiedades al agua, que curiosamente no las recibe de los envases, tuberías, ni manos por las que va pasando.

    En mi caso, desde entonces, lo que hago cuando estoy nervioso es meter un grano de café, en un bote de azúcar y darle unos buenos meneos. No veáis lo que tranquiliza tomar luego ese azúcar embebida de la esencia tranquilizante de la cafeína. :-P

    Llevaba tiempo con ganas de hablaros de esto en el blog, pero no me decidía a hacerlo, así que me ha venido perfecta la entrada de Kampfwagen para animarme.

    ResponderEliminar
  5. Nunca pensé que diría esto: La homeopatía es una patraña.
    Sinceramente, le presuponía cierta validez científica. Pero lo de que el agua "recuerda", me parece una tomadura de pelo absoluta.

    Kampfwagen, muy agudo con el detalle del uranio. Será que aquel espia ruso supuestamente envenenado (Litvinenko, veo que se llamaba), se pegó un par de baños en La Concha...

    ResponderEliminar