viernes, 21 de noviembre de 2008

Cartas desde el exilio: Hoy, Italiano

Como casi todas las noches, hoy también hemos salido a cenar a un restaurante "no bávaro".
Le ha tocado a un Italiano. En otras ocasiones he estado ya en varios. En Munich tienen cierto gusto por ellos.
Pero éste tenía algo especial: nos lo recomendaba un colega italiano de esta internacional oficina. Eso había que probarlo. Buscando por internet, una crítica nos ha hecho dudar: (traducción libre) "comida buena, pero no excelente".

Pero hemos confiado más en nuestro compañero italiano, que no hay que creerse todo lo que uno lee por internet.

Y me alegro.

El sitio se llama "Al Pacino" (www.ristorante-al-pacino.de), en Leopoldstrasse 87.
Es acogedor. Los camareros parecen todos italianos, y la conversación con ellos y lo que murmuran entre dientes nos lo ha confirmado.

Yo he pedido un plato pequeño de Antipasti, que han consistido en ensalada de mar, setas, champiñones, tomate con mozzarela, queso feta y ensalada de legumbres y verduras.

Y luego pasta: Tortellini al forno. Menuda fuente. Estaban perfectos. En su punto. Gratinados y con el queso perfectamente fundido. No he podido terminarlos.

Pero tras un corto reposo, ha caído de postre un Tiramisu de aquí te espero. Estaba "bueno, pero no excelente", como decían en la crítica. El bizcocho debería haber estado un poco más húmedo, y la crema debería haber tenido más sabor a mascarpone. Pero, sin duda, bueno. Y abundante. Si hubiesen servido una tercera parte, me hubiese parecido una ración normal.

Todo tenía un aspecto muy casero. La definiría como cocoina italiana sin lujos, pero perfectamente elaborada y presentada.

Lo hemos regado con una botella de Chianti. No es que me guste mucho, pero a mis compañeros les apetecía. Como siempre, me ha defraudado. No termino de pillar el punto a estos vinos. La verdad, no me he fijado en el nombre. Si algún día encuentro uno que me guste, lo haré.

En total han sido 18,90€ por la comida y 17,50 del Chianti.

Todos mis compañeros han salido encantados.
Con sus Spaghetti Bolognese, Scaloppine no-sé-qué, Risotto de la Casa, Sopas varias (los turcos no saben cenar sin ellas), Canelloni al Forno, y los postres a base de Ensalada de frutas con vodka (yo creo que era otra cosa, pero mi colega dice que vodka…) y Helados con bien de nata, han hecho que uno de los turcos haya decidido que éste pasa a ser su restaurante preferido, arrebatando la posición al Mexicano en el que estuvimos ayer, y bastante por encima del falso turco en el que estuvieron hace unos días. Claro que ha tenido bastante que ver la salsera que le han sacado aparte con una salsa de chile de aquí te espero.

Todos los camareros han sido extremadamente amables.

En fin, que éste también os lo recomiendo si estáis por aquí.

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